La gente estaba buscando un Rey y un Salvador. Pero no llega a su reino como quisieran
12/04/2019 11:11 am

Este domingo observamos “la entrada triunfal” de Jesús a Jerusalén días antes de su crucifixión. Y nos preguntamos: ¿Cómo puede la gente cambiar tan rápido, de adorar a Jesús y pocas horas después gritar, “¡Crucifícalo!”?

Yo creo que la respuesta tiene que ver con expectativas.  La gente estaba buscando un Rey y un Salvador. Pero no llega a su reino como quisiéramos. 

Y no debemos pensar que solamente se trata de las personas en aquel tiempo.  Esta historia nos toca a nosotros también. ¿Qué espero de Jesús? ¿Cuáles son mis expectativas? Si somos honestos, muchas veces nuestras expectativas no se logran, no se cumplen, ¿verdad? ¿Por qué murió mi abuela de cáncer, siendo una mujer de oración y fe profunda? ¿Por qué se divorciaron mis padres cuando tenía 15 años? ¡¿Dónde estabas, Jesús?! ¿No te importaba? Mis expectativas eran otras… Este domingo reflexiona sobre tus expectativas. ¿Estás dispuesto a recibir de Jesús lo que él quiere dar? ¿Estás dispuesto para que Jesús derribe todas tus expectativas durante esta Semana Santa?

 

 

 

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