DOMINGO IV T. ORDINARIO “B”
23/12/2017 12:25 pm

Nos encontramos celebrando este día 24 de diciembre, por la mañana, el IV domingo del Tiempo de Adviento. Por la noche celebraremos la Nochebuena, donde conmemoraremos el nacimiento del Hijo de Dios en el portal de Belén.
El Evangelio según San Lucas nos presenta el texto bíblico donde aparece narrado el acontecimiento del Anuncio del nacimiento de Jesús. “En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazareth, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María” (Cfr. V. 26 y 27)
El tiempo de la promesa ha terminado: Dios ha enviado un ángel para anunciarle a la doncella elegida que será la madre de su Hijo, no sin antes, contar con su consentimiento. El Evangelista detalla: “En el sexto mes…” (V. 26), se refiere en realidad al sexto mes desde la concepción de Juan el Bautista en el seno de Santa Isabel. El ángel Gabriel lleva el anuncio a la virgen María de que sería la madre del Mesías: “El ángel, entrando en su presencia, dijo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo” (Lc. 1, 28)
El Papa emérito, Benedicto XVI en su libro “Jesús de Nazareth”, se detiene a meditar en este pasaje y a hacerse una pregunta respecto al saludo del ángel. El saludo religioso en ese tiempo era “Shalom” y, el saludo “Ave” o “Alégrate” era, en realidad, proveniente del paganismo. El ángel saluda a María, no de manera religiosa, es decir “Shalom”, sino de manera pagana: “Ave”. Se pregunta entonces el Papa Emérito: Si el anuncio era lo más importante en la historia de la salvación hasta ese momento ¿Por qué razón dicho saludo no fue religioso, sino pagano? ¿No merecía tal acontecimiento que fuese lo más religioso posible?
El mismo Papa Benedicto XVI se responde. Los planes de Dios son para quienes están cerca suyo, pero también incluyen a quienes están o se consideran lejos de su presencia. Ahora podemos interpretar que María es madre para quienes están lejos de Dios, pero también para quienes se sienten o están lejos de la gracia que viene del Cielo.
¿Cómo considera estar usted en su relación con Dios? ¿Lejos? ¿Cerca? De estar lejos, ahora es un magnífico día para acercarse a la Gracia. De estar cerca, es un buen momento para crecer en dicha cercanía. Que la paz del nacimiento del Hijo reine en su vida y, recuerde, el mejor belén es el de su corazón.

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